Las entradas no son las salidas.
Deambulaciones alrededor de “Q xuxa te importa” de Gianfranco Piazzini.
GIANFRANCO
PIAZZI
Q xuxa te importa
“Primero es como si una serie de telones que nunca
habían sido levantados
se empezaran a alzar en tu cerebro, igual que en
un teatro que al mismo tiempo fuera muchos
otros teatros sucesivos
-si bien estos telones no son rojos, sino de un
azul furiosamente rojo,
y su tacto no es el del terciopelo, sino helado y
marítimo, como el de una malagua de
ultratumba-”
Álvarez, Montserrat. (1991). “Electroshock”. Zona Dark.
Clinodactilia
Desde lejos se ve:
Una montaña no conocida Y al llegar a la cima
Un pelo sin cabeza
El vello de otro cuerpo
Otro cuerpo
Cúal es la mínima expresión De un cuerpo
Para que siga siendo
Eso y sólo eso
Esa cosa llamada Humano Que no es más que
un guante de seda
para unos dedos torcidos.
Eso es
Y el sudor impregnado
En las mayólicas de un sauna Blanco
Verde Menta
Amarillento
Sin clientes – ya nadie quiere verte Ya nadie te toca
Un recuerdo que se ha confundido por el futuro y
El imposible patronaje
De una camisa de fuerza
Donde una manga Se cruza con otra Donde una manga Se cruza con otra
Y cómo haríamos para reducirnos A la mínima expresión
A un patrón
Para vestir un cuerpo celeste
Como un gato bajo las sábanas Retosando en un sudor sin cuerpo
-
Las entradas por fin dejaron de ser Las salidas
Juan Diego Tobalina
Suena: “Coraxón Xufrido” de la banda Tica (2006) (versión de “Corazón Sufrido” del desaparecido grupo Armonía 10).
Gianfranco Piazzini es uno de esos artistas que no necesita mayor parafernalia para generar extrañeza. Sus dibujos son capaces de modular dosis de dulzura, oscuridad y erotismo a través de trazos simples y atemporales. Lo que nos permite ver y lo que quiere esconder es un ejercicio que todos los artistas usamos, pero que a pocos se les da tan bien como a él y podríamos decir que convierte su producción en papel en un dibujo con altas dosis metafóricas. Y es aquí donde recae la fuerza de su obra, cuando la poesía y el trazo se encuentran para delinear la puerta de entrada a un mundo sumamente particular y muy de Gianfranco.
Este conjunto de 12 bocetos se hicieron hace un par de años como un estudio para luego armar esculturas, pensando en las dimensiones mínimas del cuerpo humano para seguir siéndolo y la transferencia de la ausencia al volumen y de la presencia al vacío.
En esta selección de imágenes, figuras de lo que parecen ser partes de cuerpos en posiciones y puntos de vista imposibles, reposan en el suelo o flotan en el espacio del papel, tapados parcialmente por telas, mantos o trozos de prendas que han perdido su forma utilitaria. La decisión de tapar parcialmente estos trozos de carne nuevamente juegan en un doble sentido, por un lado erotizan la idea de un cuerpo semi desnudo y por el otro recuerdan a una imagen forense, un cadaver a medio cubrir. Algo que tapa un secreto, un cuerpo inconcluso, deforme.
Impactan además en estos trabajos el poder premonitorio que tienen. Permiten re- pensar el boceto como un sexto sentido atravesado por la línea. Y es que al ver el día de hoy estos dibujos, nos recuerdan inmediatamente a otras imágenes que vemos reiteradamente en la prensa. Pero el artista no pensó en esto en el momento en que los hizo, es algo que nosotros vamos construyendo porque tienen la capacidad de circunscribirse a cualquier momento de la historia y poder relacionarse a lo que la mente del espectador quiere ver. Funcionan como una prueba psicológica en donde lo que se ve es un espejo del interior del que lo ve.
“Heaven Knows I’m Miserable Now”, es la frase que se lee en uno de ellos, y es a la vez el título de una canción de “The Smiths”. La canción pone al Cielo como testigo de que el protagonista busca lo que busca y encontrarlo no es más que parte del seguir deambulando por un sendero miserable. Acompaña a esta frase la imagen de lo que podría ser la parte menos interesante de un brazo. Donde el atractivo de una mano, la personalidad de sus dedos, y lo que podría relacionarse a una persona en específico ha sido suprimida, evitando nuevamente que reconozcamos el cuerpo del que proviene, más el chiste macabro de mantenerlo vestido.
En todos los dibujos seleccionados hay una obsesión por la prenda, en cómo vestir lo que queda de uno, lo que se va convirtiendo poco a poco en nada.
Juan Diego Tobalina. Agosto. 2020
Gianfranco Piazzini Alcántara (Lima, 1984)
Ha hecho dibujo, pintura, video, instalaciones y sonido. Estudió Pintura en la Facultad de Arte de la PUCP, participó de talleres de producción artística y editorial. Expuso individualmente en Lima en tres oportunidades y en Buenos Aires al finalizar una residencia en el Museo la Ene. Ha mostrado su trabajo en Lima, Argentina, Bolivia, Colombia, España y Países Bajos. Curó la exposición colectiva Nueva Carne en el ICPNA de San Miguel y la muestra Historias de Fantasmas de Arturo Kameya en el Alianza Francesa de Miraflores. Publicó con Pedro Ch Vallejos el EP de paisaje sonoro Haciendo Descontexto.